miércoles, 31 de julio de 2013

El levísimo ruido de sus pasos [Odette Alonso]


Odette Alonso
Poeta y narradora cubana nacida en Santiago de Cuba en 1964.
Obtuvo su Licenciatura en Filología por la Universidad de Oriente, Cuba, y luego viajó por varios países
de América radicándose definitivamente en México desde 1992.
Gracias a su intenso y productivo trajinar literario su obra ha sido incluida en varias antologías, revistas
y publicaciones culturales de Cuba, México, Estados Unidos y Canadá. Es miembro de la Unión de Escritores
y Artistas de Cuba, de la Unión de Mujeres Escritoras de las Antillas y editora de la antología Las cuatro puntas del pañuelo,
Poetas cubanos de la diáspora, con el que que obtuvo uno de los Premios 2003 de Cuban Artists Fund, con sede
en Nueva York.
Ha publicado: «Criterios al pie de la obra», Premio Nacional 13 de Marzo 1988, «Enigma de la sed» 1989,
«Historias para el desayuno»,  Premio de poesía Adelaida del Mármol 1989, «Palabra del que vuelve»,
Premio de poesía Pinos Nuevos, Cuba 1996, «Linternas» 1997,  «Onírica, última función» 1999,
«Insomnios en la noche del espejo», Premio Internacional de Poesía Nicolás Guillén 1999,
«Visiones Prosa poética» 2000, «Antología cósmica de Odette Alonso» 2001, «Cuando la lluvia cesa» 2002
y «Diario del caminante» en 2003.


domingo, 10 de febrero de 2013

Existe / Amanece-naranja [María Eugenia (Eukene) Lizeaga Tamayo]






Aquí, donde la retina de la razón nunca podrá penetrarlo
y ningún docto, ningún ignorante, dedo puede señalarlo.
Aquí, en el pasado, el presente, y el futuro,
sin saber o sabiendo, intuyendo o rechazando,
de cara o huyendo. Viviendo, nosotros, ¿nos imbuye,
nos cede el ejercicio de averiguarlo?, ¿también el de negarlo?




Existe.


¿Él, que existe. El que existe?

Ayer. Cuando la gramática no era.
No sabíamos de género, complemento, puntuación, tiempo… Existe.
Cuando era mímica, impotencia en la naturaleza, digitalizada piedra,
horizonte fecundo, fundido de cielo, tierra, muertos y vivos.
Cuando era, impresión. Genuino respeto,
sana necesidad, adoración ignara.
Hace mucho tiempo, cuando compartimos cuna con los animales.
También, éramos. Aunque aún no deletreáramos,
la palabra Misterio… Existe

Mañana. Serán otros, no yo, los que digan:
“De la invisible impronta,
solo una huella, cubre nuestra historia entera”.
Cuando los tú, y yo, de ahora mismo, no respiremos…Existe.
Cuando futuro sea, una palabra malgastada,
llena de mortales temores, sensatamente sabia
de que no será, para ti, ni para mí.
Existe. Siendo, para los que nos continúen.

Cada vez más pleno de búsqueda humana,
de interrogantes, de respuestas, de avances.
De estudios, reflexiones, escritos, oraciones, silencios,
todos para Él, todos por Él.


Nos infunde medios, y somos, sorpresa avanzando.
Cada vez más plenos, más perfectos, más poseedores…
Mientras se vacía, de activos y pasivos, directos e indirectos.
Y se vierte, entre lenguas que lo aman, idiomas que lo expresan,
mentes que se entregan, corazones que se rinden,
Sin poder evitar, hacerlo preso de sus reglas.

Existe. Y no hay brújula que sirva, ni invención que lo alcance.
Por eso nos aferramos a referencias.
Existe. ¿Él, que existe. El que existe?
Necesitamos apelativos, Existe… En la pobreza de estas letras.


Donostia. 17-3-2010
Eukene Lizeaga Tamayo






                                        (Click aqui para conocer más de la Autora, Escritora y Poeta Vasca, Eukene Lizeaga T.)





Amanece-naranja


amanece / naranja
Irrumpen en la oscuridad
las ígneas lenguas
que anteceden al día
fuerza que opaca a las farolas
que aún se reflejan
en la negra sumisión
del río...despertante transparencia
que acoge ahora paisajes
levantando a la jornada
en su hora   naranja

07/02/2008


Eukene Lizeaga Tamayo

sábado, 14 de julio de 2012

Hoy / Respondiendo a un por qué [Carmen Luisa Pinto Pereira]












Hoy




Hoy es un conteo,
un frío espasmo,
un gris de invierno,
no han habido voces,
ni acortadas distancias,
la interrogante del pájaro perdido es un horizonte desolado,
la muerte una señora bordando algún pañuelo donde envolver a la sonrisa,
vestida de incertidumbre en este largo día de insomnio prolongado,
amenazada de nueva soledad en golpe bajo,
camino entre rosarios de penitencia
esperando.





Carmen Luisa Pinto Pereira
2003









Carmen Luisa Pinto Pereira
Escritora, poeta, músico, cubana.
Agosto 25, 1946  /  Junio 10 , 2012





Respondiendo a un por qué










Porque llegaste tarde a las palabras,

porque ya los caminos se van haciendo estrechos,

porque en abrazo tierno del gastado horizonte se nos vistió de ocaso el sol de los inviernos,

porque aunque soy estreno, mis ropas entre arrugas de sábanas usadas conocen el misterio de viejas madrugadas,

porque ahora las alondras que desprenden sus alas sobre las altas olas no inauguran el vuelo de tu piel a mi cama,

porque soy un crucero de destino apretado entre un rabo de nube y un halcón destrozado,

porque voy engarzada a un pasado de antojos que se queda perdido en la luz milenaria que despiden sus ojos,

porque ya nada espero,

porque no habrá más puertos donde anclar con mi barca en estos malos tiempos de vientos y borrasca,

porque de hacer caminos, desperté una mañana encendida de asombros convertida en destino,

porque entre mis canciones fui perdiendo el sentido de la dulce armonía de una voz encontrada,

porque todo lo tengo,

porque en tanta impresencia renacieron los nardos de un jardín encantado donde no juegan niños, sino toros dorados,

porque sin ser La Higuera que abochorna a la rosa, su susurro me roza más allá del deseo cuando rompe el anhelo, siempre al pie de su boca y mordiendo los labios me repite ¡preciosa...!





Carmen Luisa Pinto Pereira
2003








(Gracias Carmen Luisa por tanto. Hasta siempre, amiga. 
Migdalia)






Para conocer más de la autora

(Click aquí)





lunes, 30 de mayo de 2011

La mujer que soy [Acuarela Martínez]



La mujer que soy
(Para saber más de la autora , click en el título principal)

 Si te beso
puedes jurarlo
nunca pienso en Marlo Brando

Margara Russotto



la lluvia causa efectos sin riesgo
arrastra trapecios
donde cuelgo mi espíritu indeciso
y salpica los días con gotas
cuya vida termina
una vez que se estrellan en el pavimento

desde entonces
esta mujer que soy
no es más que un bolero antiguo
que relata un cuento
que trepa escaleras
y se queda boquiabierta


Acuarela Martínez

(La Habana, Cuba, 1960) Reside en Venezuela desde 1961. Presentó su obra "Incluso cuando nada digo" al Concurso para Autores Inéditos de Monte Ávila Editores, mención poesía, edición 2009, resultando ganadora del mismo.
El poema, "La mujer que soy" forma parte del Capítulo "Canto de Eros"

domingo, 17 de octubre de 2010

El juego en que andamos / Epitafio [Juan Gelman]

(más del autor click en título principal)


El juego en que andamos

Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta salud de saber que estamos muy enfermos,
esta dicha de andar tan infelices.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta inocencia de no ser un inocente,
esta pureza en que ando por impuro.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
este amor con que odio,
esta esperanza que come panes desesperados.
Aquí pasa, señores,
que me juego la muerte.








Epitafio

Un pájaro vivía en mí.
Una flor viajaba en mi sangre.
Mi corazón era un violín.

Quise o no quise. Pero a veces
me quisieron. También a mí
me alegraban: la primavera,
las manos juntas, lo feliz.

¡Digo que el hombre debe serlo!

Aquí yace un pájaro.
Una flor.
Un violín.



 Juan Gelman
Poeta argentino nacido en Buenos Aires en 1930.

Durar / El fruto redondo [ Ángela Figuera Aymerich]



(para saber más de la autora clic en el título de entrada)





Durar

Yo pasaré y apenas habré sido,
-frágil destino de mi pobre arcilla-.


Hijo, cuando yo no exista,
tú serás mi carne, viva.
Verso, cuando yo no hable,
tú, mi palabra inextinta.























El fruto redondo

Sí, también yo quisiera ser palabra desnuda.
Ser un ala sin plumas en un cielo sin aire.
Ser un oro sin peso, un soñar sin raíces,
un sonido sin nadie...
Pero mis versos nacen redondos como frutos,
envueltos en la pulpa caliente de mi carne.







Ángela Figuera Aymerich
Poeta española nacida en Bilbao en 1902.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Canción de amor de la joven loca [Sylvia Plath]



Canción de amor de la joven loca
(para conocer más de la autora, click en título principal)


Cierro los ojos y el mundo muere;
levanto los párpados y nace todo nuevamente.
(Creo que te inventé en mi mente).

Las estrellas salen valseando en azul y rojo,
sin sentir galopa la negrura:
cierro los ojos y el mundo muere.

Soñé que me hechizabas en la cama
cantabas el sonido de la luna, me besabas locamente.
(Creo que te inventé en mi mente).

Dios cae del cielo, las llamas del infierno se debilitan
escapan serafines y soldados de satán
cierro los ojos y el mundo muere.

Imaginé que volverías como dijiste,
pero crecí y olvidé tu nombre.
(Creo que te inventé en mi mente).

Debí haber amado al pájaro de trueno, no a ti;
al menos cuando la primavera llega ruge nuevamente.
Cierro los ojos y el mundo muere.
(Creo que te inventé en mi mente).




Sylvia Plath

martes, 16 de febrero de 2010

Corro de un lugar a otro

Corro de un lugar a otro
(para ir al espacio de Libeslay, click en título principal)


Corro de un lugar a otro
sin poder alcanzarme
en esta ciudad llena de
ruidos y premura.

A menudo me aproximo
sin llegar a tocar
lo que voy siendo.

A menudo susurro planes
que el cielo secuestra
para que no los oiga.

Corro

pero mi espalda es tan
veloz
que ya he perdido la
esperanza
de encontrarme
cara a cara...
También aquí se puede
ser canto o ser pájaro

Es cuestión de principios…



Libeslay María Bermúdez.
2010

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Donde habite el olvido...(Luís Cernuda)




Donde habite el olvido...
(para conocer más el autor, click en el título principal)



Donde habite el olvido,
en los vastos jardines sin aurora;
donde yo sólo sea
memoria de una piedra sepultada entre ortigas
sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.


Donde mi nombre deje
al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
donde el deseo no exista.


En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
no esconda como acero
en mi pecho su ala,
sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.


Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
sometiendo a otra vida su vida,
sin más horizonte que otros ojos frente a frente.


Donde penas y dichas no sean más que nombres,
cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
disuelto en niebla, ausencia,
ausencia leve como carne de niño.


Allá, allá lejos;
donde habite el olvido






Luis Cernuda
(Poeta español)

viernes, 9 de octubre de 2009

Nuestros cuerpos [Denise Levertov]




Nuestros cuerpos
(para saber más de la autora, click en título principal)






Nuestros cuerpos, todavía jóvenes bajo
la ansiedad grabada de nuestras
caras e inocentemente

más expresivos que las caras:
pezones, ombligo y vello púbico
forman en cualquier caso una

especie de cara: pensar
las sombras redondeadas en
los pechos, nalgas, pelotas,
lo relleno de mi vientre, lo
hueco de tu
ingle, como una constelación,

cómo se apoyan de la tierra al
alba en un gesto de
juego y
sabia compasión—nada semejante
sucede
en los ojos o en las nostálgicas
bocas.

---------Tengo
una línea o surco que me encanta
y baja por
mi cuerpo de esternón
a cintura. Habla de
impaciencia, de
distancia.

-------------Tu larga espalda,
el color de la arena y
cómo se notan los huesos, dicen
lo que cielo tras el ocaso
casi blanco
sobre el bosque frondoso al que

los grajos vuelven dice.




*


Denise Levertov
(Inglaterra, 1923-1997).
































[en Denise Levertov. Poems 1960-1967. NY: New Directions, 1983.]

viernes, 25 de septiembre de 2009

Canción hacia adentro [Julia de Burgos]




Canción hacia adentro
(Más de Julia de Burgos,click en título principal)




¡No me recuerdes! ¡Siénteme!
Hay un sólo trino entre tu amor y mi alma.

Mis dos ojos navegan
el mismo azul sin fin donde tú danzas.

Tu arco-iris de sueños en mí tiene
siempre pradera abierta entre montañas.

Una vez se perdieron mis sollozos,
y los hallé, abrigados, en tus lágrimas.

¡No me recuerdes! ¡Siénteme!
Un ruiseñor nos tiene en su garganta.

Los ríos que me traje de mis riscos,
desembocan tan sólo por tus playas.

Hay confusión de vuelos en el aire…
¡El viento que nos lleva en sus sandalias !

¡No me recuerdes! ¡Siénteme!
Mientras menos me pienses, más me amas.






Julia de Burgos

domingo, 2 de agosto de 2009

Canciones para la soledad [Eugenio Florit]




Canciones para la soledad
(Click en título principal. Más de E. Florit)






Tú no sabes,
no sabes cómo duele mirarla.

Es un dolor pequeño
de caricias de plata.

Un dolor como un árbol
seco por la mañana.

Un dolor sin orilla
para dormir el agua.

Un dolor como el rastro
de la nube que pasa.

Tú no sabes, no sabes
cómo duele mirarla.








Eugenio Florit
(Poeta Cubano)

martes, 21 de julio de 2009

Juegos de guerra [Libeslay Bermúdez]


Juegos de guerra
(Click en el título. Más de Libeslay)


Cupo el agua
...pero no la rosa
la ceniza es el óleo de los condenados
y es la única nostalgia
.. . . ..lo posible
Si se recuerda
. . . la hierba
.. . ..se reconstruye





Pensar
que podría ser fácil para todos
permanecer en el último de los pecados:
La Plenitud




Libeslay Bermúdez

(Venezuela)








lunes, 13 de julio de 2009

El amenazado [Jorge Luís Borges]




El amenazado
(Click en el título. Más de Borges)


Es el amor. Tendré que ocultarme o huir.
Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz. La
hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única.
¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras,
la vaga erudición el aprendizaje de las palabras que usó
el áspero Norte para cantar sus mares y sus espadas, la serena amistad,
las galerías de la Biblioteca, las cosas comunes, los hábitos, el joven
amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche
intemporal, el sabor del sueño?
Estar contigo o no estar contigo, es la medida de mi tiempo.
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se levanta a la voz
del ave, ya se han oscurecido los que miran por la ventana, pero la
sombra no ha traído la paz.
Es ya lo se, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la
espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.
Es el amor con sus mitologías, con su pequeñas magias inútiles.
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.
Ya los ejércitos que cercan, las hordas.
(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto.)
El nombre de una mujer me delata.
Me duele una mujer en todo el cuerpo.






Jorge Luis Borges

lunes, 29 de junio de 2009

Vitral de mujer sola [Yolanda Pantin]



Vitral de mujer sola
(click en título principal)


Se sabe de una mujer que está sola
porque camina como una mujer que está sola.
Se sabe que no espera a nadie
porque camina como una mujer que no espera a nadie.
Esto es
se mueve irregularmente y de vez en cuando se mira los zapatos.
Se sabe de las mujeres que están solas
cuando tocan un botón por largo tiempo.
Las mujeres solas no inspiran piedad
ni dan miedo
si alguien se cruza con ellas en mitad de la vereda
se aparta por miedo a ser contagiado.
Las mujeres solas miran el paisaje
y se diría que son amantes
de las aceras/ de los entresuelos/ de las alcantarillas/ del subsuelo
de los subterfugios.
Las mujeres solas están sobre la tierra al igual que sobre los árboles
les da igual porque para ellas es lo mismo.
Las mujeres solas recitan parlamentos
estoy sola
y esto quiere decir que está con ella
para no decir que está con nadie
tanto se considera una mujer sola.
Las mujeres solas hacen el amor amorosamente
algo les duele
y luego todo es más bien triste o colérico o simplemente amor.
Estas mujeres se alumbran con linternasvan al detalle
saben donde se encuentra cada cosa
porque temen seguir perdiendo
y ya han perdido o ganado demasiado.
Ellas no lo saben
porque van del llanto a la alegría
y a veces piensan en la muerte.
También planean un largo viaje e imaginan encuentros posibles.
Administran el dinero
compran legumbres
trabajan de 8 a 8.
Si tienen hijos hacen de madres
son tiernas y delicadas
aunque muchas veces se alteren
un pensamiento recurrente es
ya no puedo ni un minuto más.
Las mujeres solas tienen infinidad de miedos
terrores francamente nocturnos
los sueños de tales mujeres son
terremotos catástrofes sociales.
Una mujer sola reconoce a otra mujer sola de forma inmediata
llevan el mismo cuello airado
lo cual no quiere decir que no quieran a nadie más que a sí mismas
esto es completamente falso.
Lo cierto es que la casa de una mujer sola
está abierta a su antojo.
Una mujer sola
no puede curar su soledad
porque nada está enfermo
se remedia lo curable
una gripe o un dolor de estómago.
La mujer que piense que su soledad es curable
no es una mujer sola
es un estado transitivo entre dos soledades
infinitamente más peligrosas.
Una mujer sola es una mujer acompañada
aunque de este hecho no se percate más que el zapato
al que mira con detenimiento
o el botón
que parece representar algo verdaderamente importante
como de hecho lo es
como los árboles o el cielo
sólo que el privilegio que deriva de semejante atención
es más bien propio de las almas temperadas al siguiente fuego
:id contigo
para estar con vosotros



Yolanda Pantin
(Venezuela)

sábado, 9 de mayo de 2009

La culpa es de uno (Mario Benedetti)




LA CULPA ES DE UNO
(Click en el título para conocer más del autor)





Quizá fue una hecatombe de esperanzas
un derrumbe de algún modo previsto,
ah, pero mi tristeza sólo tuvo un sentido,
todas mis intuiciones se asomaron
para verme sufrir
y por cierto me vieron.
Hasta aquí había hecho y rehecho
mis trayectos contigo,
hasta aquí había apostado
a inventar la verdad,
pero vos encontraste la manera,
una manera tierna
y a la vez implacable,
de deshauciar mi amor.

Con un sólo pronóstico lo quitaste
de los suburbios de tu vida posible,
lo envolviste en nostalgias,
lo cargaste por cuadras y cuadras,
y despacito
sin que el aire nocturno lo advirtiera,
ahí nomás lo dejaste
a solas con su suerte que no es mucha.

Creo que tenés razón,
la culpa es de uno cuando no enamora
y no de los pretextos
ni del tiempo.
Hace mucho, muchísimo,
que yo no me enfrentaba
como anoche al espejo
y fue implacable como vos
mas no fue tierno.

Ahora estoy solo,
francamente solo,
siempre cuesta un poquito
empezar a sentirse desgraciado.
Antes de regresar
a mis lóbregos cuarteles de invierno,
con los ojos bien secos
por si acaso,
miro como te vas adentrando en la niebla
y empiezo a recordarte.




Mario Benedetti
Poeta y novelista uruguayo

La Meta (Susana March)




La Meta

(click en el título para conocer más sobre la autora)




He cambiado todas mis rosas
por un lugar cerca del fuego.

Por el sosiego de mi alma,
la negra seda de mi pelo.

He vendido mis esperanzas
por un puñado de recuerdos.

Mi corazón por un reloj
que sólo cuenta el tiempo muerto.

Mi última moneda de oro
se la di de limosna al viento.

Ahora ya no me queda nada.
Desnuda estoy como el desierto.

Un oasis de mansedumbre
está brotándome en el pecho








Susana March
Poetisa española













viernes, 8 de mayo de 2009

Inevitable Océano 1982 (Elsa López)



De "Inevitable Océano" 1982
(click en el título principal para conocer más de la autora)





Te he querido, tu bien lo sabes.
Te he querido y te quiero
a pesar de ese hilo de luto que me hilvana
al filo de la tarde.Y tengo miedo.
De la lluvia, del pájaro de nubes,
del silencio que llevo conmigo a todas partes.
Tengo miedo a la noche,
a quedarme encerrada entre alambres del sueño,
a la palabra olvido
y a tus brazos en forma de barrotes dorados.

Miedo a recorrer la casa y saberla vacía,
o a quererte, de nuevo, mucho mejor que antes.
No me abandones en esta larga ausencia.
Recuerda lo que he sido para ti otros inviernos:
el tiempo de querernos indefinidamente,
el mar,
los barcos que llegaban sin muertos a la orilla,
el ruido de las olas al fondo de la casa.
Y el viento,
recuerda el viento, amor, doblando las esquinas.








Elsa López
Poeta, prosista y novelista española.

1982

lunes, 17 de noviembre de 2008

El dulce mal [Andrés Eloy Blanco]

El dulce mal
(click en el título principal y más de A.E. Blanco)


Vuelvo los ojos a mi propia historia.
Sueños, más sueños y más sueños... gloria
más gloria... odio... un ruiseñor huyendo...
y asómbrame no ver en toda ella
ni un rasgo, ni un esbozo, ni una huella
del dulce mal con que me estoy muriendo.


Torno a mirar hacia el camino andado...
Mi marcha fue una marcha de soldado,
con paso vencedor, a todo estruendo;
mi alegría una bárbara alegría...
Y en nada está la sombra todavía
del dulce mal con que me estoy muriendo.


Surgió una cumbre frente a mí; quisieron
otros mil coronarla y no pudieron;
sólo yo quedé arriba, sonriendo,
y allí, suelta la voz, tendido el brazo,
nunca sentí ni el leve picotazo,
del dulce mal con que me estoy muriendo.


Volví la frente hacia el más bello ocaso...
Mil bravos se rindieron al fracaso
mas, yo fui vencedor del mal tremendo;
fui gloria empurpurada y vespertina,
sin presentir la marcha clandestina
del dulce mal con que me estoy muriendo.


Fuerzas y potestades me sitiaron
y, prueba sobre prueba, acorralaron
mi fe, que ni la cambio ni la vendo,
y yo les vi marchar con su despecho
feliz, sin presentir nada en mi pecho
del dulce mal con que me estoy muriendo.


Mujeres... por mi gloria y por mis luchas
en muchas partes se me dieron muchas
y en todas partes me dormí queriendo
y en la mañana hacia otro amor seguía,
pero en ninguno el dardo presentía
del dulce mal con que me estoy muriendo.



Y un día fue la torpe circunstancia
de quedarnos a solas en la estancia,
leyendo juntos, sin estar leyendo,
mirarnos en los ojos, sin malicia,
y quedarnos después con la delicia
del dulce mal con que me estoy muriendo.
















Andrés Eloy Blanco
(Venezuela)

lunes, 20 de octubre de 2008

A la espera de la oscuridad [Alejandra Pizarnik]


A la espera de la oscuridad
(click en título principal y más de Pizarnik)


Ese instante que no se olvida
tan vacío devuelto por las sombras
tan vacío rechazado por los relojes
ese pobre instante adoptado por mi ternura
desnudo desnudo de sangre de alas
sin ojos para recordar angustias de antaño
sin labios para recoger el zumo de las violencias
perdidas en el canto de los helados campanarios.

Ampáralo niña ciega de alma
ponle tus cabellos escarchados por el fuego
abrázalo pequeña estatua de terror.
Señálale el mundo convulsionado a tus pies
a tus pies donde mueren las golondrinas
tiritantes de pavor frente al futuro
dile que los suspiros del mar
humedecen las únicas palabras
por las que vale vivir.

Pero ese instante sudoroso de nada
acurrucado en la cueva del destino
sin manos para decir nunca
sin manos para regalar mariposas
a los niños muertos







Alejandra Pizarnik

martes, 14 de octubre de 2008

Mañana (De la Voz a Ti Debida) Pedro Salinas



Mañana
(Click en el título principal, más de Salinas)

"Mañana". La palabra
iba suelta, vacante,
ingrávida, en el aire,
tan sin alma y sin cuerpo,
tan sin color ni beso,
que la dejé pasar
por mi lado, en mi hoy.
Pero de pronto tú
dijiste: «Yo, mañana...»
Y todo se pobló
de carne y de banderas.
Se me precipitaban
encima las promesas
de seiscientos colores,
con vestidos de moda,
desnudas, pero todas
cargadas de caricias.
En trenes o en gacelas
me llegaban -agudas,
sones de violines-
esperanzas delgadas
de bocas virginales.
O veloces y grandes
como buques, de lejos,
como ballenas
desde mares distantes,
inmensas esperanzas
de un amor sin final.
¡Mañana! Qué palabra
toda vibrante, tensa
de alma y carne rosada,
cuerda del arco donde
tú pusiste, agudísima,
arma de veinte años,
la flecha más segura
cuando dijiste: "Yo..."


Pedro Salinas

viernes, 10 de octubre de 2008

La Higuera [Juana de Ibarbourou]



La higuera
(Click en el título principal, más de Ibarbourou)


Porque es áspera y fea,
porque todas sus ramas son grises
yo le tengo piedad a la higuera.

En mi quinta hay cien árboles bellos,
ciruelos redondos,
limoneros rectos
y naranjos de brotes lustrosos.

En las primaveras
todos ellos se cubren de flores
en torno a la higuera.
Y la pobre parece tan triste
con sus gajos torcidos, que nunca
de apretados capullos se viste...

Por eso,
cada vez que yo paso a su lado
digo, procurando
hacer dulce y alegre mi acento:
"Es la higuera el mas bello
de los árboles todos del huerto".

Si ella escucha,
si comprende el idioma en que hablo,
¡Que dulzura tan honda hará nido
en su alma sensible de árbol!

Y tal vez, a la noche,
cuando el viento abanique su copa,
embriagada de gozo le cuente:
"Hoy a mí me dijeron hermosa".



Juana de Ibarbourou

Llueve en silencio [Fernando Pessoa]



Llueve en silencio
(Click en título principal, más de Pessoa)



Llueve en silencio, que esta lluvia es muda
y no hace ruido sino con sosiego.
El cielo duerme. Cuando el alma es viuda
de algo que ignora, el sentimiento es ciego.
Llueve. De mí (de este que soy) reniego...

Tan dulce es esta lluvia de escuchar
(no parece de nubes) que parece
que no es lluvia, mas sólo un susurrar
que a sí mismo se olvida cuando crece.
Llueve. Nada apetece...

No pasa el viento, cielo no hay que sienta.
Llueve lejana e indistintamente,
como una cosa cierta que nos mienta,
como un deseo grande que nos miente.
Llueve. Nada en mí siente...

Fernando Pessoa

Versión de Ángel Crespo

Confesión [Paul Geraldy]


Confesión
(click en título superior y más de Geraldy)


Sé que soy irritable, celoso, imperativo,
infeliz, exigente, que razones no escucho;
que siempre estoy buscándote querellas sin motivo;
¡y crees que no te quiero..y es que te quiero mucho!

Te busco, te regaño, y hago tu vida triste...
Serías más dichosa, por todos consentida,
si para mí no fueras cuanto en el mundo existe,
y si este amor no fuera todo el bien de mi vida.

¡Si tú me amaras, y si yo te amara,
cuánto te amaría!

Paul Geraldy

Versión de Ismael Enrique Arciniega

miércoles, 8 de octubre de 2008

Una carta de amor [Julio Cortazar]


Una carta de amor
(Click en el título arriba del poema y sabrás más de Cortazar)



Todo lo que de vos quisiera
es tan poco en el fondo
porque en el fondo es todo,

como un perro que pasa, una colina,
esas cosas de nada, cotidianas,
espiga y cabellera y dos terrones,
el olor de tu cuerpo,
lo que decís de cualquier cosa,
conmigo o contra mía,

todo eso es tan poco,
yo lo quiero de vos porque te quiero.

Que mires más allá de mí,
que me ames con violenta prescindencia
del mañana, que el grito
de tu entrega se estrelle
en la cara de un jefe de oficina,

y que el placer que juntos inventamos
sea otro signo de la libertad.


Julio Cortazar